jueves, 13 de septiembre de 2007

PASTORES Y AUTORIDAD. PARTE FINAL

¿TIENEN LOS PASTORES DE LA IGLESIA
AUTORIDAD DELEGADA DE CRISTO SOBRE
EL RESTO DE FIELES..?
Lo que nos muestra la Biblia
CUARTA Y ÚLTIMA PARTE

Consideraciones finales

Es necesario repetir que las diferentes designaciones de pastor, maestro, evangelizador, y así por el estilo, describen servicios que deben rendirse, trabajo que debe hacerse a favor de la comunidad cristiana, no cargos en el sentido de posiciones institucionales en un arreglo estructurado de ningún tipo. Ya vimos que el apóstol menciona "apóstoles, profetas, maestros" en su comparación de la comunidad cristiana con el cuerpo humano; pero antes de eso él describe las dádivas espirituales que capacitan a todos, a cada uno de los miembros (por tanto, incluso a los apóstoles, profetas y maestros) para cuidarse mutuamente unos de otros, y al hacerlo así, él pone la atención, no en cargos o posiciones organizacionales, sino en servicios y trabajo, diciendo:

Hay diferentes maneras de servir, pero es a un mismo Señor a quien servimos Y hay diferentes maneras de hacer las cosas, pero es un mismo Dios el que las hace en todas las personas. Dios da a cada uno alguna prueba de la presencia del Espíritu, para el provecho de todos. . . Pero todas estas cosas las hace el único y mismo Espíritu, el cual reparte las diferentes capacidades a cada persona según él mismo quiere. (1 Cor. 12:5-7;11)

En el versículo 28 de la porción antes citada de 1 Corintios 12, junto con nombres tales como "apóstoles", "maestros", "profetas", el apóstol también lista algunos formas verbales como "asistir a los necesitados" y "presidir la asamblea".

Así, en la iglesia, Dios ha encomendado diferentes funciones, poniendo a unos como apóstoles, a otros como profetas y a otros como maestros. También hay los que hacen milagros, los que pueden sanar a otros, los que ayudan, los administradores y los que poseen el don de hablar en lenguas extrañas. (1 Cor. 12:28) (subrayado mío)

Algunas traducciones convierten estas formas verbales en nombres, tales como "ayudantes, administradores" (The Revised Standard Version), "ayudantes, buenos guías" (Biblia de Jerusalén), "ayudantes, consejeros" (Phillips Modern English), "asistentes, administradores" (New American Bible, Edición Revisada), "[los que tienen] habilidad para ayudar a otros o poder para guiarlos", (The New English Bible).

Como afirma el erudito Robert Banks: [Las dos formas verbales griegas] simplemente significan prestar asistencia y dar dirección de un modo menos personalizado. . . . `obras de ayuda' e `iniciativas prácticas' son tan cercanas entre ellas como sea posible. Otra vez, estos términos no son de carácter técnico. Ciertamente, no tienen que ver con posiciones oficiales en la iglesia. Su aplicación a funciones, más bien que a personas envueltas en esas funciones, su rango tan bajo en la lista de dádivas y, quizás, su aparición sólo aquí en el Nuevo Testamento, apoyan esto.

En la obra New International Dictionary of New Testament Theology, Tomo I, página 197, encontramos este comentario:

El presente escritor cree que en la iglesia conocida por Pablo todavía no había cargos institucionalizados o diferenciados con precisión. . . . Esto se confirma por la lista de dádivas en Rom. 12:8, donde el prohistamenos ["dar dirección" o "cuidar de"] se caracteriza por spoude (celo). El prohistamenos se lista junto al didaskon (el que enseña), el parakalon (el que exhorta), el eleon (el que hace obras de caridad). Todas estas palabras son formas verbales, que sugieren una actividad más bien que un cargo.


El asunto de las diferentes formas de traducir una palabra
También en estas consideraciones finales, es necesario aclarar que algunos que llevan la delantera en la obra del Señor, que se han distinguido por su servicio fiel y su celo en dejarse guiar únicamente por la bendita palabra de Dios, como estoy seguro de que es el caso del hermano que me exhorta a no ser "rebelde", tienen sus puntos de vista particulares basados en algunas versiones y traducciones de la Biblia. El caso es que, como se dijo antes, cuando buscamos un entendimiento de algún texto "difícil", siempre debemos tener la visión de la Palabra de Dios como un "todo" coherente.

Si queremos desarrollar un punto de vista exacto en la compresión de la Biblia, debemos tener en cuenta que, a menudo las palabras del lenguaje original permiten una variedad bastante amplia de significados. Por ejemplo, mientras algunos traductores escogen aquellos significados que dan apoyo al concepto de un arreglo estructurado y de considerable autoridad oficial, como los traductores de New American Bible lo hacen cuando emplean en Romanos 12:8 la expresión "el que manda debería ejercer su autoridad con cuidado". Aquí la expresión "el que manda" es una traducción del griego ho proistámenos (literalmente, el [uno] que está de pie delante). De igual manera, otras traducciones que dan un tono autoritario a su traducción emplean términos tales como "el hombre con autoridad" (Phillips Modern English), "líder" (The New English Bible, The New Revised Standard Version) "liderazgo . . . gobierno" (The New International Version).

Por otro lado, la versión Dios Habla Hoy, traduce proistámenos, como "el que ocupa un puesto de responsabilidad"; la Revised Standard Version vierte esta misma expresión simplemente como "el que da ayuda"; igual lo hace la Nueva Biblia de los Hispanos: "el que presta ayuda".

La diferencia de traducciones es debida a que el término del lenguaje original (proistemi) tiene una amplia gama de significados. Igual puede significar: guiar, dirigir, asistir, proteger, representar, cuidar de, apoyar, preocuparse de, aplicarse en.

El contexto debe ser la guía para saber cuál de estos significados es apropiado. Generalmente en los lugares del Nuevo Testamento donde aparece este término, los traductores escogen entre los dos sentidos de "dirigir" y "cuidar de". Los que se sienten inclinados por aportar un tono de autoridad, lo hacen; los que favorecen un sentido de cuidar y de apoyar, lo indican con su traducción. Independientemente de las preferencias personales, la traducción "el que da ayuda" tiene validez plena y armoniza perfectamente bien con el espíritu del Nuevo Testamento como un todo, y particularmente con el ejemplo del Hijo de Dios.

La misma expresión aparece en 1 Tesalonicenses 5:12, donde encontramos esta exhortación según vierte La Biblia de Jerusalén:

Os pedimos, hermanos, que tengáis en consideración a los que trabajan entre vosotros, os presiden en el Señor y os amonestan.

Encontramos otra vez una categoría similar de traducciones de esta expresión. Algunas leen: "[los que] ejercen autoridad en el Señor" (New American Bible); "[aquéllos] sobre vosotros en el Señor" (The Revised Standard Version); "os gobiernan en el Señor" (EUNSA).

Pero otras traducciones, traducen: "[los] que os conducen en el servicio del Señor" (AT), "[los] que el Señor ha escogido para guiaros" (Today's English Version), "[los] que os dirigen y aconsejan en el Señor" (Versión Popular), "[los que] os presiden en el Señor y os amonestan" (Versión Reina-Valera 1960), "[los que] os presiden y os aconsejan en el nombre del Señor", (Versión Interconfesional). De igual manera, en este versículo, igual que en 1 Corintios 12:28, no se emplean nombres, sino las formas verbales "trabajando", "cuidando (o conduciendo)", y "enseñando (o amonestando)".

Indicando las diferencias que esto produce, Banks comenta:

"Estas tres palabras juntas indican simplemente el esfuerzo invertido por estas personas en llevar a cabo sus tareas, el carácter apoyador de su trabajo y la nota de exhortación y de advertencia apropiada para ello. . . . lo que está en juego aquí no son posiciones oficiales dentro de la comunidad, sino funciones especiales."

Individualmente cada cristiano es libre de juzgar la autenticidad del mensaje. Cada uno de nosotros está obligado (cabe ese término) a juzgar lo genuino de cualquier mensaje que le sea presentado. Cada uno debe tomar su propia decisión en cuanto a su validez, haciéndolo sin importar las pretensiones que acompañen a ese mensaje, sin tener en cuenta el ropaje de autoridad con el que venga investido. Eso se desprende de las palabras del propio Jesús cuando, con respecto a sus verdaderas ovejas, dijo lo siguiente:

... y sus ovejas le siguen [al verdadero Pastor], porque conocen su voz. Pero no seguirán a un extraño, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños. (Juan 10:4-5)

Jesús ordena que sus ovejas juzguen por sí mismas si es Jesucristo quien les habla a través del mensaje que estén recibiendo. Cuando el mensaje está cargado de exaltación de los hombres mediante habla autoritaria, o está lleno de propuestas dogmáticas y legalistas que anulan totalmente la tolerancia, la compasión, o que desvirtúan la gracia de Dios al asegurar que podemos comprar con billetes de alta denominación su misericordia, necesariamente ese mensaje ha de tener un sonido extraño para las ovejas que conocen la Palabra, sin importar si tal mensaje proviene de personas que alegan representar al gran Pastor. Antes que adherirse al punto de vista que a veces se escucha en cuanto a que "incluso estando equivocados, hay que seguir adelante y no fijar su mirada en hombres que enseñan mal", Jesús dijo que sus ovejas habían de distanciarse lo más lejos posible de quienes, mediante proposiciones tiránicas, se muestran extraños al espíritu del cristianismo. Existen motivos razonables para evitar a esas personas en vista de que los hechos históricos no dejan lugar a dudas de la tendencia innata en los hombres para encontrar la manera de imponer su voluntad y su manera de ver las cosas a los demás, suplantando así de una u otra manera la voluntad de Dios y de su Buen Pastor. Ejemplo de esto es lo mencionado por Alberto Ribera, ex-jesuita convertido a Cristo y asesinado por sus denuncias contra esta orden; él dijo que, como estudioso de la Biblia, había descubierto que los llamados "primeros padres" de la iglesia habían pervertido el mensaje de Cristo y que "con fervor atacaron la Biblia y la corrompieron añadiéndole y quitándole palabras". No sería de extrañar que este fuera el caso.

Lo que significa pertenecer al Cuerpo de Cristo
El unirse a alguna organización o denominación religiosa o iglesia no tiene nada que ver con el ingreso en ese cuerpo al que las que las Escrituras llaman el Cuerpo de Cristo. Nos convertimos en miembros de ese cuerpo de Cristo de una sola y única manera, por nuestra fe. Cualquiera que haya aceptado al Hijo de Dios como su Cabeza, se convierte en parte de ese cuerpo. Es la fe individual, personal de cada uno lo que lo conecta a esa Cabeza, y la jefatura guiadora de Cristo continúa siempre disponible a cada uno como persona.

Aunque un creyente ya forma parte de un cuerpo colectivo debido a una fe compartida mutuamente, nadie depende de la intervención o mediación de otro miembro o grupo de miembros para tener acceso a esa jefatura o para recibir su guía. Pues "Cristo es la cabeza de todo varón" y, a través de Cristo y de parte de Dios "a cada uno [a cada hombre y a cada mujer] le es dada la manifestación del Espíritu para provecho", asignando Sus dones "a cada uno en particular". Hay "diferentes capacidades que una persona puede recibir", "diferentes maneras de servir" y "diferentes maneras de hacer las cosas" pero el "mismo Espíritu", el "mismo Señor" y "el mismo Dios el que las hace en todas las personas".

Como miembros de ese cuerpo, no es menos cierto que somos "miembros que pertenecemos individualmente unos a otros". A los cristianos se nos muestra que debemos ser, no miembros de un sistema religioso, sino miembros de una comunidad religiosa, un cuerpo de personas similar a una familia bajo la jefatura del Hijo de Dios.

Los cristianos del primer siglo no "pertenecían" a una ekklesia, iglesia o congregación local, en el sentido de pertenecer, o de ser miembros formales "carnetizados" de una organización religiosa. Si se reunían con otros, formaban parte, en virtud del propio acto de reunirse, de la "reunión" o "asamblea" local (ekklesia). La "llamada" que los congregaba no provenía de alguna autoridad religiosa. Era la llamada de las buenas nuevas del evangelio de Cristo que los atraía, una llamada no meramente para compartir sus propios pensamientos y opiniones, sino básicamente para oír el mensaje de Dios.

Otro factor que contribuye a nuestro entendimiento es el principio establecido en Efesios 4:11-16, ya citado. Este pasaje afirma que los servicios que rinden las personas en las congregaciones, incluyendo los realizados por los apóstoles, profetas, evangelizadores, pastores y maestros, fueron todos diseñados para llevar a la gente a una meta. Como hemos visto, la meta era, no que permaneciesen siendo niños, necesitando que otros les enseñasen y les pastoreasen, sino que tenían que "crecer en toda forma unidos en Cristo, quien es la cabeza del cuerpo". El paso del tiempo debería reducir su necesidad de que otros les rindiesen tales servicios y debería aumentar su propia habilidad para actuar como personas adultas, maduras, que no son constantemente dependientes de otros. En la carta a los Hebreos el escritor reprende a aquéllos a los que se dirige, diciendo: "Después de tanto tiempo ya debíais ser maestros".

En lugar de continuar en la necesidad constante de un servicio de pastoreo por parte de otros, cada cristiano debe adquirir fuerza para ser capaz de acudir por sí mismo en ayuda de los demás. Pablo escribe, no a los representantes de una iglesia o a los líderes, pastores o ancianos de una organización, sino a los cristianos en Galacia en general y, por supuesto, a todos nosotros:

Hermanos, si alguno incurre en falta, vosotros que sois hombres de espíritu, debéis corregirle con amabilidad. Y manteneos todos sobre aviso, porque nadie está libre de ser puesto a prueba. Ayudaos mutuamente a llevar las cargas, y así cumpliréis la ley de Cristo. (Gálatas 6:1-2)

Exhortación a los "líderes" y "gobernantes" de la iglesia
Aunque cada uno –insisto- es libre de creer lo que le parezca y de interpretar las Escrituras como le convenga, no es menos cierto que hay una sola verdad y que esta verdad es la bendita Palabra de Dios, como un todo; esa verdad a la que solamente el Espíritu Santo nos puede conducir. Si abordamos el tema con honestidad y humildad, seguramente que Él nos guiará a esa verdad. Si nos apartamos de esa verdad por intereses egoístas o de cualquier otro tipo, nos causaremos daño a nosotros mismos. Es importante que nos examinemos interiormente para descubrir nuestra motivación, como lo dice el apóstol:

Pónganse a pensar en su manera de vivir, y vean si de verdad siguen confiando en Cristo. Hagan la prueba, y si la pasan, es porque él vive en ustedes. Pero si no confían en Cristo de verdad, es porque él no está en ustedes. (2 Cor. 13:5)

No es mi intención, Dios lo sabe, empujar a nadie para que se separe de su denominación confesional ni para causar "división" en la iglesia de Cristo, tal y como me acusa el pastor de "Vida para las Naciones", de Asambleas de Dios; y también lo hacen varios hermanos a través de internet.

A cada "lider", "pastor", "dirigente", "superintendente" o como quiera que se llame su cargo de autoridad y que, usando el nombre de Cristo se ha colocado como gobernante de sus hermanos cristianos, debería hacérsele la pregunta que formula Pablo en 1 Corintios 1:13 y que se podía parafraear: "¿Acaso usted fue crucificado por otras personas..?" o "¿compró usted con su vida a otras personas para que le deban obediencia..?"

A quienes detentan títulos ostentosos como "escatólogo", "apologista", "teólogo" "doctor" "PhD", "Maestro en Alta Crítica" y demás méritos que se puedan esgrimir a favor de su "autoridad" espiritual, y con los cuales pueden atemorizar a quien pretenda buscar la dirección personal del Espíritu Santo, una advertencia amorosa y una exhortación final:

Oh, Timoteo, guarda lo que se ha encomendado, evitando las profanas pláticas sobre cosas vanas, y los argumentos de la falsamente llamada ciencia, la cual profesando algunos, se desviaron de la fe. (1 Timoteo 6:20-21)

La "falsamente llamada ciencia" no ha hecho otra cosa que desviar la atención debida hacia la verdad, Jesucristo", para dirigirla hacia los otros miembros del cuerpo educados "seglarmente" en materias aparentemente relacionadas con la fe pero que no son más que parte de esa falsamente llamada "ciencia" que están desviando a los cristianos del Salvador.

Pablo, hombre educado con todo rigor en la ciencia seglar, tuvo toda la experiencia para hacer la siguiente declaración:

¡Mirad, hermanos, quiénes habéis sido llamados! No hay muchos sabios según la carne ni muchos poderosos ni muchos de la nobleza. Ha escogido Dios más bien lo necio del mundo para confundir a los sabios. Y ha escogido Dios lo débil del mundo, para confundir lo fuerte. Lo plebeyo y despreciable del mundo ha escogido Dios; lo que no es, para reducir a la nada lo que es. Para que ningún mortal se gloríe en la presencia de Dios. De él os viene que estéis en Cristo Jesús, al cual hizo Dios para nosotros sabiduría de origen divino, justicia, santificación y redención, a fin de que, como dice la Escritura: El que se gloríe, gloríese en el Señor. (1 Corintios 1: 26-31)

Dios los bendiga
Ricardo Puentes Melo

4 comentarios:

  1. QUIERO BENDECIRLO EN EL NOMBRE DE JESUS HERMANO, PORQUE SE NECESITA SER SIERVO FIEL DE JESUCRISTO PARA TRATAR CON ESE CELO LAS COSAS DEL SENOR,GRACIAS POR COMPARTIR TODA ESTA PALABRA DE DIOS Y EXPLICARLA DE ESA MANERA TAN VERAZ.
    ATTE. ADORADORA DEL DIOS VIVO.

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  2. Muchas gracias.... La verdad, me siento un poco incómodo con tanto elogio... pero sé que lo hace con buena intención... Dios la bendiga a usted también...!

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  3. Acabi de terminar de leer este estudio de tres partes y a falta de escudriñarlo, me parece que emana la luz radiante y clara de la palabra. Dios le Bendiga.

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